La Lunada del Rosario Antiguo, en su segunda edición,
"mantiene su enfoque en la construcción de vínculos
entre las prácticas artísticas contemporáneas y
la comunidad en general, es una apuesta al uso de espacios
no convencionales para la puesta en circulación de
propuestas artísticas, de diversas índoles, siempre conscientes
del contexto en que se despliegan (...)".
SUSANA QUINTERO
Curadora
En una dinámica de acción colectiva descarrilados
creará un espacio para compartir un elemento gastronómico del Valle del Cauca
llamado pandebono, cuya historia en el Valle del Cauca se remonta hasta el
Siglo XIX, y adquiere un carácter simbólico en el juego de intercambio
provocado por un bono de tela que invitará a coser (y cocer) a los
participantes.
El espacio creado, cuenta con una pequeña
carpa, un pendón con la referencia histórica del pandebono, una mesa, sillas,
elementos de costura (hilos, agujas, tambores, dedales, telas, etc.) y un
horno, objetos todos que se ubican transitivamente en espacio abierto, es
decir, en la calle. Los pandebonos son preparados por los integrantes del
colectivo, con la posibilidad para quienes asistan y participen en la lunada,
de involucrarse en la preparación de los panes.
Para la mezcla de los pandebonos se utilizará
harina de maíz precocido de la marca Harina P.A.N., un elemento de la cocina
habitual, que ha venido cobrando una multiplicidad de lecturas en el contexto
de la frontera colombo-venezolana. A manera de trueque, los pandebonos serán
compartidos por todos, con una invitación abierta a quienes deseen participar en una costura colectiva de
bonos hechos de tela. Cada persona
cose el bono en el lugar que prefiera, sobre su ropa o al lado de otros bonos
que se ubicarán en el espacio.
Se cree que el origen del pandebono se ubica en los relatos de Edouard
André, naturalista y viajero francés, quien estuvo en la Nueva Granada a
mediados del Siglo XIX, recorriendo el camino entre Cali y Buenaventura. Hacia
la mitad del camino, cerca de Dagua, encontró un lugar llamado El Bono, donde se tenía por costumbre,
amasar y hornear un pan pequeño elaborado con maíz[1].
Se supone que dicho lugar, ubicado en el cañón del Dagua, quedaba la Hacienda El Bono, donde horneaban un pan
de maíz, queso y almidón de yuca, que tuvo una gran acogida: Pan del Bono, así
se llamó. Su consumo se extendió por toda la región hasta que con el paso del
tiempo, el pan comenzó a llamarse pandebono, como lo conocemos hoy. Este pan
era el alimento en las grandes jornadas de trabajo tanto de mercaderes y arrieros
que cruzaban las fronteras entre uno y otro pueblo.
Otra
versión sobre el origen de este pan, tiene que ver con la historia de los
corteros de caña de azúcar en el valle, quienes antes de entrar a la suerte de
caña, recibían un boleto o bono que valía por un pan elaborado con maíz y yuca;
el pan se llamaba “pan del bono”. Un relato similar refiere cómo por entonces
en la construcción Ferrocarril del Pacífico, en el tramo entre Dagua y
Buenaventura, los trabajadores intercambiaban
un pan por un bono, y de allí surgió el nombre de pandebono.
Una de
las más conocidas referencias históricas del “pan de bono”, se encuentra en el
libro “América Pintoresca” (1884), de Montaner y Simon, p. 704, donde se lee:
“El único comestible que se encuentra
en las escasas viviendas junto al camino del Dagua, es una especie de torta de
maíz amasada con huevos, llamada por los arrieros pan de bono (1), golosina
soberanamente insípida y grosera.”
Aunque originalmente, el pandebono se hacía con maíz curado y molido,
almidón de yuca, queso (de leche entera), sal, un poco de azúcar y huevo, hoy, se
prepara con harina de maíz, queso, almidón de yuca y agua.
RECETA
DEL PANDEBONO
Ingredientes
(para seis personas)
1
taza de Almidón de yuca.
2
tazas de Maíz
3
tazas de leche
2
Huevos
3
tazas de queso rallado.
¿Cómo se prepara la masa?
Se mezclan los ingredientes, luego se amasan y se llevan al horno (350°)
durante 20 minutos hasta que los pandebonos suban y se doren.
Limbania
Pacheco Papamija, nacida en Dagua, refirió que ella y su hermana Albita, conocen
la receta original que “tenían nuestros
indígenas y luego la Hacienda del Bono, a la entrada de Dagua. Desde entonces,
la receta ha pasado de mano en mano. El pandebono se hornea en horno de leña, con
temperatura bien alta. Se remoja el maíz blanco durante tres días, y luego se
trilla. El queso debe ser bueno, hecho con leche entera, bien prensado y
curado. Cuando los pandebonos ya están horneados y listos, se cubren con hojas
de plátano para que se conserven calientes y blanditos”.
El
Pan de Bono ha sido tradicionalmente el pan de los viajeros, en una región –
valle geográfico del río Cauca – considerado por tradición cultural e
histórica, frontera y cruce de caminos.
Colectivo descarrilados
Lunada
del Rosario Antiguo
10 y 11 de octubre de
2014
[1] Edouard André en
"América Equinoccial" publicado en "América Pintoresca"
(Barcelona: Montaner y Simon,1884) tomo 3, p. 704